Una vez a la semana comemos pollo, y me gusta ir probando distintas marinadas. En este blog vas a encontrar varias paneras de hacerlo, pero esta es una de mis favoritas.
Cuanto menos contacto tenga con la placa, más crocante queda, y por eso lo «siento» en una flanera.
Para la marinada:
En un mortero machaqué 2 dientes de ajo con una cucharada de sal entrefina. Le agregué 1 cucharada de curry, 1 cucharada de pimentón ahumado, 1 cucharadita de «ras el hanout «, ralladura de 1 limón y 2 cucharadas de manteca pomada.
Con esa pasta le hice un masaje al pollo por dentro y fuera de la piel. Adentro de la cavidad le agregué un limón cortado a la mitad, y lo senté en la flanera.
Lo llevé al horno a leña precalentado a 180 grados hasta que esté bien crocante y cocido por dentro. (El tiempo va a depender del tamaño del pollo, pero si con un palillo lo pinchas y sale jugo transparente ya está. Al mío lo cociné por 1:20 hora. )
Te recomendó que cada 20 minutos lo bañes con su mismo jugo para que las pechugas salgas bien jugosas.