Amo el helado en todas su presentaciones y sabores. Este es mi aliado entre semana, cuando busco algo dulce después de comer, pero no quiero algo pesado.
1- Lavá bien 1 kilo de frutillas y 1 taza de frambuesas, sacándoles el cabito.
2- Licualas bien y reservá.
3- En una cacerola, poné una taza de agua + una taza de azúcar (o Stevia en polvo si lo queres light). Llevala al fuego y esperá hasta que hierva. Apagá el fuego y agregale el jugo de 1/2 limón.
4- Mezclá el puré de frutillas con el almíbar tibio o frío.
5- Agregale 1 cucharada de miel (opcional).
6- Poné la preparación en un molde de metal (puede ser una fuente o una budinera).
7- Llevala al freezer y pasada 1/2 hora sacalo, revolvé para romper los cristales que se le hayan hecho. Repetí esto dos veces más para tener un helado bien listo y espectacularmente rico.